¿ERES UN BUEN AMIGO?
- Josh Hebari
- 6 sept 2017
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 17 sept 2018
Seguramente tendrás muchas personas cercanas a las que llamas "amigos", pero, ¿que representa ser un verdadero amigo? ¿como identificar una verdadera amistad?

El amigo siempre es amigo, y en los tiempos difíciles es más que un hermano.
Proverbios 17:17
En el contexto de las redes sociales, el término “amigo” se usa con frecuencia para describir a contactos más que a relaciones. Se tiene la capacidad de mandar un mensaje a los “amigos”, pero eso no es lo mismo que tener una relación personal.
La sociedad en la que vivimos te empuja a pensar solo en ti mismo y a no preocuparte por los que te rodean. Por eso, significa mucho el que alguien se interese por ti sin esperar nada a cambio.
Durante mi vida he conocido y convivido con muchas personas, hemos compartido grandes momentos, intercambiado opiniones y muchos likes, incluso nos reunimos con frecuencia y disfrutamos mucho el tiempo que compartimos. Sin embargo pocas personas verdaderamente considero como íntimos amigos, esto no quiere decir que las personas con las que convives nunca podrían llegar a serlo, pero una intima amistad implica algo mas que solo convivir y pasarla bien. La amistad es quizás la forma más sencilla de demostrar amor a los demás. A diferencia de las relaciones con la familia, con los amigos el vínculo se elige, no se hereda. En la amistad no hay compromisos, ni contratos de exclusividad, se trata de confianza y lealtad.

AMISTADES DURADERAS
Las amistades profundas y sinceras son escasas y, por eso mismo, debemos aprender a valorarlas.
¡SE UN BUEN AMIGO!
A veces nos preocupamos por solo querer tener amigos; pero tal vez deberíamos centrarnos en ser buenos amigos. ¿Como logar amistades duraderas?
preocúpate sinceramente
No aparezcas solamente cuando te necesitan o cuando no tienes algo mejor que hacer. Está al tanto de lo que ocurre y no esperes a que te busquen para hacerte presente. Demuestra un verdadero interés sobre tus amigos y se el primero en llegar cuando alguno pase por un problema grave.
Preocúpate desinteresadamente. Simplemente demuestra que quieres ver bien a la otra persona. Que exista siempre la certeza que tú estás ahí y puede contar contigo.
La amistad exige dedicación. En otras palabras, el buen amigo es el que se preocupa de verdad por uno. Pero el sentimiento debe ser mutuo; se requiere esfuerzo y sacrificio de las dos partes. Aun así, vale la pena. Pregúntese: “¿Estoy dispuesto a dar de mí, de mi tiempo y de mis recursos a mis amigos?”. Recuerde que para conseguir un buen amigo, primero hay que ser un buen amigo.
ESCUCHA SIN JUZGAR
La amistad supone una aceptación mutua. Un amigo de verdad no quiere cambiar a la otra persona, ni está en función de criticar o cuestionar su vida. Sabes que tiene defectos, pero no te interesa señalarlos. Y si lo haces, asegúrate que sea con la intención de animarlo a mejorar y que no tome malas decisiones. Habrá ocasiones en las que necesitará consejo por alguna falta grave que halla cometido. Sin embargo, un amigo de verdad tiene el valor de hablar con franqueza y de aconsejar con cariño.
Un amigo de verdad está abierto a la comprensión. Si te comparten acerca de sus problemas, entiende su posición y no remarques sus errores. Por eso, escucha a la persona para que se sienta cómodo al ser él mismo, al mostrarse tal y como es.
Una amistad no puede crecer si no hay comunicación. Habla con tu amigo sobre las cosas que les gustan a ambos. Escúchalo, acompáñalo en silencio, mientras da forma a sus ideas y a sus sentimientos a través de las palabras, respeta sus opiniones sin gestos o actitudes de desaprobación y, siempre que sea posible, celebra sus logros y dale ánimo de continuar.
SE AUTENTICO Y SIEMPRE SINCERO
Mientras más nos acercamos a una persona, más visibles son sus defectos. Nuestros amigos no son perfectos, pero nosotros tampoco. No exijas perfección de ellos. Más bien, valora sus virtudes y pasa por alto sus errores.
Los grandes amigos no fingen, ni lo que piensan de ellos, ni lo que sienten por ellos. El encanto de la amistad está precisamente en que los involucrados se tienen confianza y saben a qué atenerse con el otro. No hay lugar para la falsa cortesía, ni para la hipocresía, entre los amigos de verdad.
En otro tipo de relaciones, un disgusto o una pelea puede pasar a mayores. Pero en la amistad no. La amistad verdadera olvida fácilmente esos conflictos y pasa la página sin problema. Por supuesto que hay límites, pero en la amistad verdadera las diferencias cotidianas pasan desapercibidas.
La amistad es como cultivar un hermoso jardín, exige mucho tiempo y cuidados. Primero, uno tiene que querer ser un buen amigo, ser generoso al mostrar cariño e interés en los demás y estar dispuesto a sacrificarse siempre que nos necesiten.
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